Hay quienes esperamos dinero, amor, buena salud, o simplemente una vida sin pesares... Este pescador de Mandinga, bahía ubicada a unos pocos kms. y minutos de Veracruz, en México, parece esperar a que vuelvan sus compañeros de faena. Mientras tanto sigue aportando líquido, algo extraño y que no corresponde a la botella que lo contiene, a su ya distinguida anatomía...
Se toma un respiro y mira alrededor, para ver si vuelven sus amigos o quizás para asegurarse y agradecer que sea el único que disfruta de este atardecer, antes que el sol se ahogue en la bahía veracruzana.
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